La problemática de la tierra en el Ecuador es de larga data y se ha caracterizado por la relación entre el acceso, el uso y la propiedad de la tierra y los problemas de las familias y comunidades campesinas e indígenas; pero también por la relación directa y visible con los sectores que poseen tierras en grandes cantidades, que tienen acceso al poder político y económico del país y que definen qué es necesario para el campo, sus problemas, sus agendas y sus políticas de desarrollo. Este elemento es fundamental y ha sido claramente determinante en la agenda legislativa de los últimos años para el diseño de una nueva ley de tierras que responda a los planteamientos de los grupos de poder en el gobierno y al discurso estatal vigente.

Sistema de tenencia de tierras y contexto histórico del país
En esa línea, el marco legislativo ecuatoriano ha estado marcado por una serie de normas y reformas agrarias de bajo alcance que en 1994, en pleno modelo neoliberal, son modificadas y reemplazadas por la ley de desarrollo agrario de ese año. Más de 20 años después, a partir de la Constitución Política del Estado de 2008, que plantea normar el uso y acceso a la tierra, prohíbe el latifundio y la concentración de la tierra y garantiza los derechos colectivos referentes al territorio, se establece un debate legislativo que ha determinado la aprobación de la Ley de tierras y territorios ancestrales en enero de 2016.
Y es que la necesidad de encarar la problemática de la tierra en el Ecuador es grande. El nivel de concentración de tierras ha venido creciendo en los últimos años (incremento del índice de Gini de 0.77 a 0.78 entre 2000 y 2012) y además, de acuerdo a información reciente, sólo el 15% de las Unidades Productivas Agropecuarias de todo el país, consideradas como grandes, posee el 80% de la tierra cultivable en el Ecuador y adicionalmente, concentra el 63% del agua para riego, en procesos de producción ligados a la agroexportación, el agronegocio, y el uso de agroquímicos. Por otro lado, la agricultura familiar, que se dedica principalmente a la producción de alimentos para consumo interno nacional representa el 85% de las Unidades Productivas Agropecuarias pequeñas y medianas y sólo ocupa el restante 20% de tierras cultivables y el restante 37% de agua de riego. Esta clara dicotomía entre dos tipos modelos y sistemas de producción revelan el profundo y creciente proceso de concentración de tierras y recursos en el país
Tendencias en el uso de la tierra
La mayoría de la tierra cultivada en el Ecuador está destinada a monocultivos de agroexportación basados en el uso de agroquímicos, y en la estructura productiva del agronegocio, que en este caso, se dedica al banano, la palma africana, el cacao, la caña de azúcar, las flores y el brócoli, con cada vez más superficie ocupada y producción realizada; mientras que hay una caída en la producción de la agricultura familiar campesina.
El desarrollo del agro, planteado en un inicio por el gobierno actual desde la perspectiva de la soberanía alimentaria, ha sido reenfocado desde lo que se conoce como el “cambio de matriz productiva” promoviendo cultivos agroindustriales como la soya, la canola y la caña de azúcar, que sustituyan importaciones y a la vez, abriendo escenarios comerciales internacionales para las exportaciones ecuatorianas de alimentos (Acuerdo comercial con la Unión Europea). En resumen, se propone la profundización del modelo del agronegocio, la concentración de la tierra y otros recursos, la producción para la agroexportación, sin controles en los mercados, todo esto de la mano de los sectores más productivos según el gobierno: los agroindustriales. En esta perspectiva la agricultura familiar no tiene espacio ni rol.
Principales desafíos y problemas sobre la tierra
Claramente el principal problema de tenencia de la tierra en el país es la concentración creciente de la tierra y lo que se deriva de esta situación: acaparamiento de ganancias y de otros recursos mientras otros sectores se empobrecen y crece la desigualdad. Sin embargo, este problema no es considerado como tal por el gobierno, que en todo caso, sostiene que lo que se necesita en el Ecuador es promover una mayor productividad y generar mayor valor agregado en la producción; y en ese sentido, no se hace un mayor esfuerzo en establecer políticas distributivas de la tierra y éste es el tono que ha marcado el debate de la nueva ley de tierras.
En 2012 las organizaciones sociales presentaron un proyecto de Ley de tierras y Territorios con planteamientos claros sobre redistribución de tierras, prohibición del latifundio, establecimiento de la función social de la propiedad, reconocimiento de territorios, entre otros. La respuesta estatal se difundió dos años después, con la propuesta de Ley Orgánica de Tierras Rurales Productivas, donde se priorizaba el elemento productivista del uso de la tierra. Posteriormente, a finales de 2014, se logra contar con un tercer proyecto de Ley de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales, que plantea contenidos para el sector productivo privado, ya sea grande o pequeño, y también considera elementos para la propiedad comunal y los territorios.
Dicho proyecto ha sido arduamente discutido durante 2015 con la participación del Estado, las organizaciones indígenas y campesinas, las ONG, los centros de investigación, activistas y otros. Finalmente la ley fue aprobada a inicios de 2016, dejando claramente inconformes a campesinos e indígenas por su carácter productivista y porque no entra a plantear en detalle elementos fundamentales de una política agraria necesaria para el país.
El tema de la definición del latifundio y su extensión ha sido postergado para el reglamento de la ley, al igual que elementos relacionados como el mercado de tierras, la extranjerización de la propiedad e incluso las políticas redistributivas. Asimismo varios puntos fundamentales desde la consideración del territorio y las miradas indígenas sobre el espacio en que viven tampoco han sido considerados, por lo que el desafío en temas agrarios a futuro sigue siendo grande y relevante.
Bibliografía de referencia
- Daza, Esteban (IEE/OCARU). Más agronegocio, menos Soberanía Alimentaria. Movimiento Regional por la Tierra y el Territorio (MRxT) – Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS), 2015 (en digital).
- Daza, Esteban (IEE/OCARU). Estado, agroindustria y campesinos en el Ecuador. Movimiento Regional por la Tierra y el Territorio (MRxT) – Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS), 2015 (en digital).
- Ramos, Bayas Melissa. Ley de tierras y territorios, balance de recomendaciones, en Plataforma de instituciones ecutorianas miembros de la ILC. Monitoreo de la Problemática sobre Tierras y Territorios en Ecuador - Boletín Nº 3 (Enero – Septiembre 2016). Sipae – Fepp - Ecolex, 2016 (en digital).